A ocho años de las marchas masivas que colmaron las calles de todo el país para demandar el fin de la violencia de género y los femicidios, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma volverá a movilizarse este 3 de junio para exigir justicia y “ser la voz de quienes ya no la tienen: porque la deuda sigue siendo con nosotras”.

Y es que, lejos de disminuir, las muertes siguen multiplicándose y solo en lo que va del 2023 se registraron 139 femicidios. Este panorama deja en evidencia la ineficiencia de los mecanismos del Estado para terminar con el horror, ya que muchas de las víctimas no encontraron forma de salir de la violencia por diversos factores, como el económico, la falta de un lugar para vivir o porque sus denuncias no fueron escuchadas.

Es por esto que la central obrera vuelve a exigir políticas públicas concretas que trabajen por el fin de todo tipo de violencia. En este sentido algunos de los puntos son el pedido de la Emergencia en Violencia de Género, el reconocimiento de las promotoras en violencia de género, que actualmente trabajan en los barrios sin remuneración y Ni una menos desaparecida por las redes de trata.

Además, señala que la desocupación, la precarización y la pobreza en la que hoy se ven sumergidas millones de mujeres también constituyen formas de violencia que deben ser desterradas.

En Río Negro, las movilizaciones demandarán especialmente, como igual sucederá en todo el territorio, por la libertad de las cuatro mujeres mapuche detenidas desde el año pasado tras el violento desalojo en la comunidad Lafken Winkul Mapu, en la zona de Villa Mascardi.

Cabe recordar que el 3 de junio se instaló en la agenda pública y política en el año 2015, cuando la Plaza del Congreso, en Buenos Aires, y cientos de plazas de todo el país se llenaron de miles de personas que alzaron la voz tras el asesinato de Chiara Páez. Desde entonces, organizaciones sindicales, sociales, culturales, políticas y vecinos en general visibilizan en este día demandas vitales para desterrar de una vez por todas la violencia machista. Entre los logros de la movilización vale la pena destacar la Ley 27.452 del 2018 destinada a niñas y niños cuyas madres fueron víctimas de femicidio o fallecieron en contexto de violencia intrafamiliar o de género.